Recientemente, se celebró en el Palau de la Música un concierto extraordinario del coro «Lex et Gaudium» -en español, «Ley y alegría»- que pertenece al Colegio de Abogados de Valencia. El motivo de dicho acontecimiento fue que coincidían en las fechas los diez años de esta masa coral y los dos siglos y medio de la organización profesional de la Abogacía valenciana.
Resulta curioso que una organización profesional como la de los letrados se interesara por crear un coro entre compañeros. Y es que había un abogado, Fernando Piñango Domingo -hijo de un miembro de la redacción de Levante-EMV, lamentablemente fallecido hace pocos años-que a su dedicación al foro unía una ilusión por las masas corales. Y movido-según cuenta- por un colega, Saturnino Solano, se decidió a dar la voz entre sus compañeros para montar lo que en seguida sería el grupo de canto «Lex et Gaudium», al que se sumaron otros muchos abogados. Y no sólo ello, sino que se unieron procuradores de los tribunales, fiscales y hasta algún magistrado.
Lo que a Piñango le había creado la afición la Escolanía de la Virgen, a la que perteneció y las enseñanzas recibidas en el Conservatorio, le animaron a dirigir a esa agrupación que comenzó con solamente once miembros, pero que en pocas semanas se contaban por decenas los participantes. Se efectuó los primeros ensayos en salones cedidos por el Ateneo Mercantil y pronto se expandió la colaboración con otros coros españoles y extranjeros: hubo cursos de verano con alemanes y franceses y se ha tenido ya encuentros con otros grupos de Bilbao, Zaragoza o Barcelona.
Resultaba inicialmente difícil encontrar momentos para los ensayos, pues los horarios de los bufetes y la presencia en actividades judiciales ocupaban mañana y tarde; y se halló una fórmula rarísima que demuestra la afición que tenían los más de cuarenta voces en seguida registradas: establecieron de tres y media a cinco de la tarde para reunirse y preparar los conciertos, y fue tal la aceptación por parte de todos que ello demostró el lema que tienen de «afición y convivencia».
Fue tal la envergadura que alcanzó el coro «Lex et Gaudium», que su fundador y director ya dejó paso para tomar la batuta a directores profesionales; fue el segundo Oscar Payá, joven cantante y director, y después el actual, Gonzalo Luque, que en el antedicho concierto de aniversario dirigió también la orquesta.
En el citado concierto del Palau de la Música, se interpretó piezas de Haendel, Bach, Purcel, Haydn o Mozart. Para este concierto, se contó con la colaboración de la soprano Susana Martínez Cotillas, la mezo Minerva Moliner Marqués, el tenor Jaime Flors Villaverde, y el bajo Luis González García. Cuando vean anunciado este coro, que ha efectuado decenas de actuaciones en diversos puntos , sepan que sus componentes tienen «el huerto» en sus bufetes, pero «el jardín» lo disponen cuando se aprestan a cantar.
Fuente: Levante
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